CUPO LLENO ¡GRATITUD!

Sólo me queda gratitud para ustedes. Gracias desde lo más profundo de mi corazón, pues cada módulo, cada enseñanza, me inspiran y me llenan el alma. Gracias a La Mujer Lunar, he aprendido de mí, de mi historia, de mi vida en todos los planos, incluso aquellos que no son tan gratos ver, reconocer o recordar y he aprendido de su compasión, de su amor, de su trabajo y de su servicio al universo. La Mujer Lunar, representa para mí, la escuela más amorosa, asertiva, afable, sabia y poderosa, por la que la vida me ha permitido transitar. Es la que me ha permitido ir primero hacia adentro, a lo más profundo, para desde ahí, con amor y con el corazón, mostrarme al universo y entregar mi servicio a la luna, a la tierra, a las mujeres y a la vida. Mi historia y mi existencia en general, tienen un antes y un después, que comenzó con el primer curso: Mi Luna, Mi Sangre… y ha seguido cambiando, conforme cada enseñanza que me he permitido desde su acompañamiento: Sanando lo masculino en mí, Básico Mujer Lunar, Sanando a Mamá, Camino de la Mujer Lunar, Taller Alquimia, Mujer Sabia y Salvaje, Guía Mujer Lunar, Lilith, Misión de Vida y Nodos Lunares y la cereza...La Formación. Aún hay mucho por aprender de ustedes (espero con ansias las especialidades) y lo seguiré haciendo con todo el corazón. GRACIAS con toda mi vida, con todo mi ser, con todo mi AMOR.

Es un proceso de transformación personal, de desaprender para volver a aprender desde una mirada muy amorosa, esta Formación me está conectando con lo Sagrado que hay en mí, sanando para seguir mi camino con más poder y sabiduría. Como avances y cosas positivas puedo reconocer más armonía al conectar con lo Sagrado en mí, aunque a veces es todo un desafío el lograr absorber todo lo que se estudia, pero respetando el proceso y los tiempos no hago más que crecer. Gracias por tanta generosidad y cariño.

Me he re-encontrado conmigo misma, con esa yo mágica, enamorada de la vida. Todas las herramientas que nos han compartido han sido medicina pura para mi espíritu. He podido podido recuperar mi fuerza de voluntad para poder dedicarme de lleno a lo que me apasiona. Y también he recibido el gran regalo de concebir a un hijo durante esta formación. Me siento privilegiada de ser parte de esta Tribu de Mujer Lunar, agradezco enormemente todo su trabajo para poder llevar acabo esta formación. Estoy emocionadísima de poder llevar a la práctica todas estas herramientas con mis propias pacientes. Honro y reconozco todo su trabajo, así como el trabajo de nuestras Abuelas y Abuelos que les han entregado estas herramientas mágicas, esta sabiduría que transforma vidas. Somos un solo corazón. In’Lakech

Estoy más consciente de qué pienso, digo y hago. Agradezco mucho más que antes, desde el hecho de abrir los ojos cada mañana hasta las cosas materiales. Me siento más creativa en buscar alternativas. Estoy percibiendo más mi intuición. Y respeto, de a poco, más mis necesidades. Estoy aprendiendo que soy un ser con un cuerpo y que hay que cuidarlo. Estoy tomando contacto con mi prosperidad económica. Y viendo qué recursos debo optimizar, y reconociendo algunas fortalezas o situaciones no percibidas antes. Disfruto de estar más con mis hijos, de caminar y que el sol dé calor a mi cara, de los atardeceres, y también de la soledad. Me disfruto más.

Para mi esta formación ha sido un maravilloso viaje de autoexploración y autoconocimiento; un camino de profunda sanación. Tanto las herramientas teóricas como las prácticas propuestas han sido sumamente iluminadoras. Por otra parte, el intercambio de saberes y vivencias con otras mujeres ha sido una experiencia muy enriquecedora, una se siente realmente parte de una comunidad de mujeres lunares. Siento que esta formación me ha permitido confiar en mi capacidad para autosanarme, al reconectarme con mi sabia interna y descubrir mi medicina. También me ha dado herramientas para acompañar a otras mujeres en sus propios procesos de sanación.

Ha sido una experiencia interior de autoconocimiento, amor por ser mujer y de recibir mucha sabiduría. A través de ella he podido reconocer el poder y la energía que me brinda la Abuela Luna; establecer mis metas con mayor claridad y asentarme sobre mis propias fortalezas y dones. Ha sido también un reconocimiento amoroso hacia mis ancestras y linaje femenino del que provengo, hacia mi hija desde su ser mujer y hacia mi clan femenino al que pertenezco.   ¡Gracias infinitas por este regalo maravilloso que nos han brindado de manera tan sencilla, grata y amorosa!